Todos los seres humanos entrenasen cada día su mente, sus emociones y su cuerpo para ser su mejor versión. Un mundo donde las personas saben sus dones y talentos y los ponen al servicio de los demás con alegría y entusiasmo
-Puedes traer siempre que quieras a tus hijos a clase sin coste extra, consulta antes para saber si hay plazas libres. Pueden esperar leyendo en recepción, pueden entrar a practicar contigo, pueden poner una esterilla al fondo de la sala y jugar o dormir o hacer sus cosejas mientras se nutren de la energía y vibración de la Tribu.
-Puedes llegar tarde (mejor tarde que nunca) y entrar en cualquier momento a clase.
-Puedes entrar y salir de la sala a tu antojo.
-Puedes beber agua siempre que tu cuerpo te lo pida.
-Puedes reír de manera discreta o a carcajada limpia.
-Puedes preguntar lo que te plazca en cualquier momento. Las preguntas son súper aplaudidas en clase y recuerda que “no hay pregunta tonta, sino tonto que no pregunta” 😉
-En la sala hay esterilla, botella de agua, toallas y todo lo necesario, aun así puedes traer la tuya propia si lo prefieres.
Cuando pones el foco en ti mismo surge el miedo y la vergüenza, pon la atención en el amor y en cómo servir mejor a más personas. Allí donde está tu atención está tu amor y aquello en lo que te enfocas se expande
¿Quieres entrenar conmigo desde la responsabilidad hacia una salud óptima?